Ayudado por las preguntas de José Martí Gómez, el periodista y escritor Carles Porta ha comenzado su intervención ante el público del Congreso de Periodismo Digital de Huesca explicando el objetivo de su libro: contar cómo se vive desde dentro un asesinato, cómo se soporta formar parte del escenario de un drama así. “La historia del asesino, del condenado, de su familia también merece ser contada. Aunque sea muy doloroso” ha asegurado Porta.
Carlos Porta. Foto: Virginia López.
Una historia de mucho dolor. El periodista ha insistido una y otra vez en la dificultad de escribir un libro sobre un suceso real y dramático como el crimen de Fago: “Yo he llorado mucho con este libro. He salido llorando del juicio y de las visitas a Santiago Mainar. Yo también acababa sintiéndome muy solo, como el asesino. Porque te das cuenta de que el sistema que trata de auto-protegerse hace que todo ruede inevitablemente en una dirección, y que te aplaste.”
Porta ha confesado que tardó cinco años en encontrar el hilo conductor del libro. “No podía escribir el libro desde la amistad. He llorado mucho porque el libro cuenta un drama.” El periodista ha pedido disculpas a la familia de la víctima asesinada por volver a remover el caso.
Por otra parte, Carlos Porta ha criticado a los periodistas que no se acercan lo suficiente a las fuentes. “Me parece muy ridículo que en un libro que pretende ser real el autor diga: el protagonista pensó. ¡Qué sabrás tú qué estaba pensando en ese momento! Las observaciones no hay por qué contrastarlas porque son tuyas, pero los pensamientos, como mínimo, habrá que preguntarlos. Si no, no tiene mérito.”
Según el escritor, si todos los periodistas de sucesos tuvieran un día a alguien de su familia implicado en uno, dejarían de serlo. “Yo también lo fui. Y me duele que el periodismo de sucesos se haya convertido en un espectáculo tan evidente y tan terrible. Creo que deberíamos evolucionar, dejar de ser tan primarios.”
Cuando desde el público le han preguntado cómo mantiene la distancia a la hora de escribir sobre temas tan delicados, Carlos Porta ha asegurado que la clave fue la libertad que tuvo para contar la historia. Para el autor de Fago, el periodismo tradicional ha sido absorbido por la empresa: “Se miden más los resultados que el ciudadano. La gente del periodismo digital puede ser auto-empresa, ser libre, tener de nuevo como objetivo al ciudadano. Si no eres libre, el ciudadano lo nota.”
“¿Cómo se puede contar lo que ocurre en Fago si se duerme a una hora en Jaca?” se ha preguntado Porta. Y ha añadido: “Los de producción se equivocan. Yo fui el único que vivió con ellos, con la familia, con los habitantes del pueblo. Podrían haberme inculpado.»
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