Mapa de Huesca
Escudo de Huesca
Huesca es una capital que cuenta con cerca de 53.000 habitantes sobre una superficie de unos 160.000 metros cuadrados. La Autovía Mudéjar (A-23) la comunica con las otras dos capitales aragonesas y la A-22 con otras ciudades como Pamplona o Bilbao. Otras vías que pasan por Huesca son la N-330, carretera Alicante-Francia, o la N-240, que va desde Tarragona hasta Bilbao.
Además, la ciudad cuenta con un servicio muy completo de autobuses y trenes. Por un lado, existe la opción del tren de alta velocidad (AVE), que la comunica con Zaragoza y Madrid. Por otro, su red de media distancia permite ir o venir de Jaca, Canfranc, Zaragoza, Madrid, Teruel o Valencia. Además, Huesca tiene un aeropuerto declarado de interés general, situado a unos 10 kilómetros al sureste de la ciudad, entre Alcalá del Obispo y Monflorite, y a poco más de media hora se encuentra el aeropuerto de Zaragoza.
Cualquier excusa es buena para pasar un par de días increíbles en la ciudad oscense, y esta edición del Congreso anual de Periodismo Digital no podía ser una excepción.
Se trata de una urbe que, debido a su pequeño tamaño, permite visitar todos sus rincones en poco tiempo.
Lo mejor que ofrece Huesca es su tranquilidad, sus edificios y gastronomía. Se trata de una ciudad que debido a su pequeño tamaño permite visitar todos sus rincones en poco tiempo.
La Iglesia de San Lorenzo es una de las paradas obligadas en Huesca. Dedicada al patrón de la ciudad, fue construida entre 1608 y 1703 al estilo barroco, y está situada en la plaza que lleva su mismo nombre. Otra visita que no se puede dejar escapar es la de la Catedral, llamada Catedral Santa María de Huesca, erigida esta en estilo gótico entre el siglo XIII y XVI. En frente de la misma se encuentra el Ayuntamiento, construido en el Siglo XVI, aunque ha sido reformado en alguna ocasión.
Catedral Santa María de Huesca
Además, uno no puede privarse de sacarse una foto en las estampas más míticas de la ciudad, como los Porches de Galicia, lugar de largas tertulias de terraza cuando el tiempo lo permite. El Coso, una larga calle que rodea la muralla del municipio y que recorre, más adelante, el río Isuela, es otro de los rincones emblemáticos. Es un paseo que lleva de vuelta a principios del siglo XX, con los edificios que aún se conservan de aquella época. El Coso está dividido entre el Coso Alto y el Bajo, que realmente se refiere a dos tramos de la misma calle. En esa zona se puede disfrutar de La Iglesia de la Compañía, también llamada Iglesia de San Vicente Real, el teatro Olympia y la plaza de Santo Domingo. Otra típica plaza es la del Mercado, cuyo nombre hace honor al mercado de madera situado antiguamente en su centro.
Iglesia de San Vicente Real
Entre todos los servicios culturales de Huesca, predominan los museos. Uno de ellos es el Centro de Arte y Naturaleza Fundación Beulas, en el que se pueden encontrar colecciones relacionadas con el arte contemporáneo, la naturaleza o el paisaje, y las obras del pintor José Beula. Otros son el Museo de Huesca, situado en la antigua Universidad Sertoriana y lo que queda del Palacio de Reyes de Aragón, o El Museo Pedagógico, cuya función es “salvaguardar, estudiar, mostrar y difundir todas aquellas expresiones pedagógicas y lingüísticas, que pongan de manifiesto la variedad y riqueza del patrimonio educativo de Aragón». Entre otros muchos, es también grato de visitar el Museo Diocesano, que contiene una de las mejores colecciones del arte sacro de la provincia.
Aprovechando la caminata, unas paradas de buena gastronomía son fundamentales para recuperar fuerzas, y es que Huesca cuenta con una exquisita cocina. La pizzería La Giara es una de las más populares de la ciudad, con un precio barato y con mucha personalización, ya que puedes hacer pizzas a tu gusto. Si se dispone de un presupuesto de entre 50 y 70 euros, una buena elección es el Restaurante Lillas Pastia, una taberna decorada al estilo modernista junto al Casino. En la cocina podemos encontrar a Carmelo Bosque, premiado con una estrella Michelin, cuyos platos son catalogados como imaginativos y de gran calidad. Si se busca un producto similar a un precio más bajo, la solución se llama Tomate y Jamón. Otro restaurante que ronda también los 50 euros, pero con un estilo totalmente diferente, es Las Torres, donde todo lo que pueda ser apreciado estéticamente es cuidado al mínimo detalle, desde la presentación del plato hasta la decoración del local.
Si en lugar de un plato se prefiere unas tapas, lo mejor es ir al centro de la ciudad. El Restaurante Hervi es uno de los más típicos por sus raciones abundantes y sus productos de calidad. El bar Valero es, a su vez, uno de los más tradicionales con su famoso pincho de tortilla. Cerca se pueden encontrar el Duquesa, con ambiente juvenil, o el bar La Oscense, situado el Coso Bajo. En los Porches de Galicia, hay otros como el Flor, el Ruaga o el Puerto Rico con sus respectivas terrazas si el tiempo lo permite.
La calle Padre Huesca y sus alrededores es otra de las zonas de disfrute culinario. Allí se puede planear una ruta compuesta por el Da Vinci, que ha obtenido en varias ocasiones el Premio a la tapa más popular, el Lizarrán, especialista en pinchos vascos, o La Vicaría.
Todos ellos son ideales para continuar tomando una copa o salir de marcha. Para empezar la noche de manera tranquila es ideal el Café del Arte, situado en el Casino y donde son típicos los conciertos. Para actuaciones en directo también se recomienda El Edén. Si lo que apetece es una cerveza entre amigos, la propuesta es el Art Berlín, una cervecería donde se pueden encontrar numerosos tipos de cerveza, junto con el Dubliners Tavern o el St Lawrence Tavern. Como bares curiosos están el Disco Bar Street, al estilo ochentero o el Twister Planet, que no Twitter Planet, con su gran pista de baile. Y si se es un fan de los Simpsons, qué mejor que tomar una copa rodeado de todos ellos en la Taberna de Moe antes de acabar el día.
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